El sector cárnico como fuente de innovación en la industria alimentaria
Transformación y retos del sector cárnico español
El sector cárnico, fundamental en la industria alimentaria española, está experimentando una transformación notable gracias a la implementación de nuevas tecnologías y prácticas sostenibles. Con una facturación anual de 33.218 millones de euros en 2023, representando el 2,72% del PIB español, el 27,30% del PIB de la industria alimentaria, y el 4,53% de la facturación total de la industria española, este sector no solo es crucial económicamente, sino que también desempeña un papel vital en la fijación de la población en áreas rurales y en el aporte de valor en zonas poco habitadas.
Sin embargo, el sector enfrenta una serie de desafíos medioambientales, económicos y sociales que están impulsando una mayor apuesta por la innovación y el desarrollo. El objetivo no solo es aumentar la sostenibilidad, sino también mejorar la competitividad, la calidad y la seguridad alimentarias del producto, y seguir avanzando en el ámbito del bienestar animal, para así poder satisfacer las demandas del consumidor, que debe tener información transparente a su alcance.
Innovaciones 360º en la producción cárnica
En un contexto donde la sociedad está cada vez más concienciada sobre el impacto medioambiental, la sostenibilidad se ha convertido en una de las principales prioridades en la producción cárnica. En este apartado, se ha logrado reducir significativamente las emisiones de CO2 asociadas a la producción de carne. Mientras que la media mundial de emisiones es de 50 kg de CO2 por kg de carne producido, la huella de carbono del vacuno de carne en España por kilo de carne producida es un 66% menor que la media del planeta. Este logro es posible gracias a una serie de prácticas innovadoras que incluyen el uso de energías renovables, la optimización de procesos y la gestión eficiente de recursos.
- Optimización del uso del agua: el consumo de agua en la producción cárnica ha sido optimizado. A nivel mundial, la huella hídrica estimada indica que para producir un kilo de carne de ternera se necesitan unos 15.000 litros de agua, mientras que en España la huella hídrica oscila entre 5.500 y 7.500 litros por kilo de carne. Esta reducción está relacionada con una alta eficiencia en la transformación de alimentos en carne, y en estrategias como la monitorización del uso y la optimización de la calidad del agua.
- Economía circular: las empresas del sector están avanzando hacia una economía circular casi completa. Un ejemplo destacado es el aprovechamiento de la sangre del cerdo para extraer hemoglobina y plasma, que se utilizan en la alimentación animal. Además, se colabora con la industria farmacéutica para producir heparina a partir de mucosas intestinales, reduciendo el desperdicio y generando productos valiosos a partir de subproductos. Otro ejemplo, es el uso de los lodos de depuradora como biocombustible, y los purines, siempre que estén bien gestionados, se consideran uno de los mejores fertilizantes disponibles. Prácticas que no solo reducen la dependencia de combustibles fósiles y fertilizantes químicos, sino que también promueven un ciclo de nutrientes más natural y eficiente.
- Digitalización y eficiencia: la digitalización juega un papel crucial en la modernización del sector cárnico. Aplicaciones para medir el pienso necesario y sensores de temperatura y humedad instalados en las granjas permiten una regulación automática y eficiente de la temperatura ambiente, optimizando la producción y reduciendo los costes. También a nivel de industria cárnica, la digitalización permite optimizar los procesos haciéndolos más eficientes, disminuyendo así los desperdicios alimentarios y asegurando un producto de calidad. Estas tecnologías mejoran la eficiencia operativa y aumentan la sostenibilidad al minimizar el uso de recursos.
- Innovación en la alimentación animal: la alimentación animal ha sido objeto de críticas, ha estado regulada bajo estrictos estándares, asegurando una alimentación saludable para los animales, lo que a su vez mejora la calidad de la carne producida.
- Bienestar animal: se considera que la normativa española al respecto es la más estricta del mundo y que se aplica con rigor su cumplimiento. El sector, además de cumplir con el marco legal, invierte considerablemente en alcanzar niveles superiores de bienestar animal. Este compromiso se materializa en la gradual eliminación del uso de antibióticos en los tratamientos veterinarios, garantizando que la seguridad alimentaria del consumidor no se vea comprometida.
- Exportaciones: La industria cárnica española ha alcanzado un nuevo hito en competitividad, impulsada por las exportaciones que en 2023 lograron un valor récord de 10.583 millones de euros, superando en un 6,2% las cifras del año anterior. Este éxito se refleja también en una balanza comercial extremadamente favorable del 625%, subrayando la relevancia de este sector para la economía y el desarrollo integral de España.
El futuro del sector cárnico
Así pues, el sector cárnico está centrando su atención en la innovación, la transferencia y la aplicación de soluciones reales para mejorar su sostenibilidad, calidad y eficiencia. Todo ello se compartirá el próximo 25 de septiembre en el VI Fórum Cárnico y de la Proteína Alternativa, que tendrá lugar en el Palau de Congressos de Girona. Este evento promete ser una plataforma esencial para el intercambio de ideas y la presentación de nuevas tecnologías en el sector.