Bienvenidos a la revolución de la carne sin carne
El 6,3% de los consumidores españoles son flexitarianos, el 1,3% es vegetariano y el 0,2%, vegano. Estas cifras que ofrece el estudio The Green Revolution de la consultora Lantern pueden parecer pequeñas, pero juntas están cerca de ser 4 millones de personas.
De esto se ha dado cuenta parte del sector cárnico, quien está lanzando al mercado nuevos productos que se alinean con un mundo más vegetal y menos animal. Esto se traduce en una expansión sin igual del mercado de legumbres y proteínas vegetales procesadas que, además de adaptarse a la tendencia ecológica, se adapta también a una producción que no requiere sacrificios animales.
Por el momento, existen dos variantes de producción de análogos cárnicos: los productos elaborados mediante proteína vegetal y los que se desarrollan en un laboratorio, más conocidos como carne cultivada. Estos últimos, aunque todavía no se han lanzado al mercado, ya se están estudiando profundamente y se prevé que en breve se comercialicen los primeros productos.
Si nos fijamos en los datos, los principales motivos por los que los consumidores reducen o eliminan el consumo de productos cárnicos son la preocupación por la salud, por el medio ambiente y por el bienestar animal, tal y como indica Mintel. En este sentido, alrededor del 60% de la proteína de los alimentos que consumimos actualmente es de origen animal, y se prevé que en 2020 sea del 64%. Pero, a la vez, el mercado de proteínas vegetales va tomando forma y en 2017 superó los 3.100 millones de dólares. ¿El futuro? Se espera que llegue hasta los 5.000 millones en 2020 y hasta 300.000 millones en 2054, tal y como explica Luz Research.
Y para aquellos que sigan creyendo que es un negocio sin futuro, revisemos más datos. Desde 2013, los productos elaborados a base de proteínas vegetales han registrado un extraordinario aumento del 451% solo en Europa; la compañía estadounidense Beyond Meat, una de las punteras en desarrollar carne mediante proteínas de guisante, ha alcanzado un valor de 1.500 millones de dólares; Bill Gates invirtió más de 108 millones de dólares en Impossible Foods, la empresa pionera en todo este nuevo movimiento alimenticio, y 17,8 millones en Beyond Meat; y las cárnicas españolas más importantes ya han lanzado productos sin carne, como Noel con su gama Veggie o Campofrío con Veggalia.
Aunque esta tendencia genera muchas dudas entre la industria, está claro que también despierta mucho interés. El potencial existe, es amplio y está en manos de cada uno decidir si se suma al movimiento o si se queda quieto como un simple espectador. La pregunta es… ¿no hacer nada ha dado alguna vez buenos resultados?